Masacre de Fátima

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29 DE MAYO DE 2008

Uno de los fundadores del Equipo Argentino de Antropología Forense reveló cómo fueron asesinadas las víctimas

Fuente: CELS

Luis Fondebrider, miembro fundador del Equipo Argentino de Antropología Forense, relató en la audiencia de hoy los resultados de las pericias que permitieron reconstruir los asesinatos e identificar a las víctimas de la Masacre de Fátima.

Durante su presentación en la decimosegunda jornada del juicio, Fondebrider mostró una serie de fotografías que fueron exhibidas en pantallas ante el Tribunal. Las imágenes mostraban los cráneos de algunas de las víctimas, la mayoría de ellos con dos o tres impactos de bala. "Casi ninguno tenía solamente un disparo", detalló. Si bien aclaró que no es un experto en balística, Fondebrider afirmó que los disparos habían sido realizados a una distancia mínima y aseguró que los impactos no se correspondían con munición de armas de guerra, sino con balas de armas "cortas".

La investigación del Equipo -realizada en dos etapas, entre 1985/86 y 1997- reveló que las víctimas presentaban sus cráneos "explotados y multifragmentados" por los disparos y demostró que las ejecuciones se realizaron antes antes de que los cadáveres fueran dinamitados.

Fondebrider relató las características del trabajo de exhumación realizado en el cementerio de Derqui, en el partido de Pilar, donde habían sido enterrados los cuerpos. Allí, los profesional del Equipo reemplazaron a los "sepultureros y bomberos" que antes realizaban ese tipo de tareas e implementaron por primera vez en Argentina técnicas de arqueología forense, que posibilitaron la identificación de los cadáveres.

En la audiencia de hoy declaró también Alejandra Godoy, una vecina del lugar, que aseguró que durante la noche se escucharon ruidos y una explosión. "Mi padre creyó que había sido el horno de ladrillos", relató. Al día siguiente en "el callejón", como conocen los vecinos la zona en la que se dinamitaron los cadáveres, "había soldados y no dejaban pasar a la gente". Al relato de Godoy se sumó el de Alberto Zorzi, que trabajaba en una fábrica cercana al lugar de la masacre. Zorzi aseguró que ese día vio "cuerpos tirados en la ruta y un hoyo en el medio".

Por su parte, el testigo Juan Carlos Losada, quien se desempeñaba como subinspector en Pilar en el momento de los hechos y realizó el sumario tras el hallazgo de los cadáveres confirmó que poco tiempo después se produjo un "extravío" de los juegos de fichas dactilares de las víctimas que se encontraban en la jefatura policial y en el sumario judicial. Sin embargo, durante la investigación posterior se logró recuperar una copia de esas fichas que había quedado en el registro civil.