En 1977 un grupo de madres que quería averiguar el destino de sus hijos, cansadas de golpear la puerta de todos los despachos gubernamentales sin encontrar respuestas, decidieron juntarse un día por semana en Plaza de Mayo a reclamar la aparición con vida de sus hijos e hijas secuestrados por los militares. Así nacieron las Madres de Plaza de Mayo, un símbolo de resistencia popular a la dictadura militar.
Desde ese entonces, las madres han sido la cabeza y el corazón del reclamo popular por mantener la memoria, buscar la verdad y exigir la justicia, de todos los actos terroristas cometidos desde el poder Estatal durante el último gobierno de facto.