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15 DE JULIO DE 2008
Dos acusados fueron condenados a perpetua y uno absuelto
Tras el fallo por la Masacre de Fátima, familiares de desaparecidos dicen que todo “estuvo arreglado”
Así lo manifestó Aurora Morea, madre de Susana Perdini de Bronzel, una de las 30 jóvenes que fue dinamitada en esa localidad de Pilar. Dijo que los acusados “mentían continuamente” y que los jueces “son lo peor que hay”. Quiere saber si los presos irán a cárceles comunes.
Fuente: Pilar de Todos.
Tras el fallo del Tribunal Oral Nº 5, que condenó a dos de los acusados de la Masacre de Fátima a cadena perpetua y liberó a un tercero, los familiares de las víctimas mostraron su indignación y desacuerdo con la sentencia que se dio a conocer el último viernes.
Una de ellas fue Aurora Morea, madre de Susana Perdini de Bronzel, una de las jóvenes que junto a su marido fueron dos de las 30 víctimas que en el año 1976 fueron asesinados y posteriormente dinamitados en un descampado de la localidad pilarense de Fátima.
Es que el Tribunal encarceló sólo a los ex comisarios Carlos Gallone y Juan Carlos Lapuyole, mientras que a Miguel Trimarchi lo dejaron en libertad aduciendo que “no había suficientes elementos de prueba para incriminarlo”.
Luego de conocer la sentencia, Morea dijo que la integridad del juicio “estuvo arreglado”.
“Esto fue arreglado, no sé si con el juez o con quien”, denunció Morea en diálogo con el programa SOS Noticias de Fm Plaza (sábados de 11 a 13. 92.1 Mhz) y señaló sentirse “muy indignada con el fallo”.
“A Trimarchi lo vio mucha gente desempeñarse dentro de Coordinación Federal y este sinvergüenza es peor que los otros dos”, se enojó Morea.
El viernes por la tarde, el fallo llegó a los oídos de los familiares de las víctimas y las sensaciones de indignación se multiplicaron en cada uno de los presentes.
“Los abogados defensores se pusieron a llorar porque no podían entender el fallo que estaban escuchando, porque la misma gente que el viernes estaba en el recinto decían que habían visto a Trimarchi, no es posible que lo estén negando”, se indignó Morea y agregó: “Siempre dije lo que pensé, esto está todo arreglado”.
Asimismo, la madre de la víctima busca saber si los dos ex comisarios que fueron condenados, cumplirán su condena en cárceles comunes o en sus domicilios.
“No dijeron donde van a quedar apresados y yo quiero que estén en cárceles comunes, porque también sé que la intención era que cumplan la condena en sus casas”, se enojó Morea quien agregó que seguirá luchando “hasta ver a todos los culpables tras las rejas”.
Sensaciones de dolor
Aurora Morea participó de todas las audiencias que pudo, porque hubo oportunidades en que el dolor de los testimonios y la “mentira” de los acusados lograban doblegarla.
Durante varios meses tuvo que repasar una y otra vez la desaparición de su hija y su yerno, escuchar la explicación de los técnicos que detallaban como se sucedieron los hechos, y soportar el mal trato de los jueces que llevaron adelante el caso.
“A mi me hacia mucho mal escuchar los testimonios de los acusados porque mentían continuamente y además porque nos dimos cuenta que este tribunal es lo peor que hay”.
Aurora contó que durante todo el proceso que duró el juicio, en cada audiencia los jueces les impedían a ella y a sus compañeras de Madres de Plaza de Mayo ingresar al recinto con sus pañuelos en la cabeza.
“Hace más de 20 años que venimos luchando y que tenemos nuestros pañuelos en la cabeza, pero los jueces nos amenazaban con no dejarnos ingresar a las salas. No entienden que nuestros pañuelos son un símbolo que nos identifica”, contó Morea quien además aseguró que a ella también le hacían quitar un prendedor que lleva en su solapa con la imagen de su hija.
Pero a pesar de las situaciones por las que tuvo que pasar, Aurora ya levantó su mirada y recuperó fuerzas. “Hoy ya me levanté mejor porque empecé a pensar que por lo menos hay dos personas presas y además ahora todos saben lo que pasó en Fátima, eso es una satisfacción, pero igual seguiremos luchando”.
